fbpx

El efecto saciante del balón gástrico

El balón gástrico es conocido por su efecto saciante, el cual desempeña un papel fundamental en la pérdida de peso de los pacientes. Sin embargo, para entender mejor cómo funciona esta aceleración de la saciedad, es importante conocer la evolución del tratamiento.

Es fundamental, además, subrayar la importancia del compromiso de la persona para alcanzar el objetivo marcado. Esto implica asistir a todas las visitas médicas programadas y seguir las recomendaciones de los expertos en balón gástrico que realicen tanto la implantación como el seguimiento. Esto se complementa con el efecto saciante del balón gástrico.

Fase inicial: intensidad

Durante los primeros tres meses después de la colocación del balón gástrico, el efecto saciante es especialmente intenso. Esto se traduce en una reducción significativa del apetito. El paciente deja de ingerir porciones grandes de alimentos, porque siente tanta hambre. Pero en esta etapa inicial, el balón desempeña también un papel terapéutico clave, ya que permite que el paciente comience a adaptarse a hábitos alimenticios más saludables.

Al comenzar el programa se tiene que llevar una dieta líquida, seguida de la reintroducción gradual de alimentos más sólidos. Y a medida que se avanza en la recuperación de una alimentación normal, es esencial contar con el apoyo de un especialista en nutrición y recibir ayuda psicológica para abordar la posible sensación de ansiedad y otros factores emocionales relacionados con el hecho de comer. Ambos aspectos, el dietético y el psicológico, van incluidos en el tratamiento, ya que tiene un enfoque multidisciplinar que va más allá de la simple introducción del balón en el estómago.

Disminución positiva del efecto

Según avanza el tiempo, el efecto saciante del balón gástrico disminuye levemente y de manera gradual. Esto puede ser un resultado del fortalecimiento natural del estómago del paciente. Sin embargo, esta progresividad es en realidad positiva, ya que permite que el paciente no sienta un hambre voraz o una sensación de vacío cuando se retira el balón.

Por ello, cuando la persona sigue bajando kilos durante el último mes del tratamiento, es un indicio de que ha logrado un cambio notable en sus hábitos dietéticos y en su estilo de vida. Porque, científicamente, en este punto el balón ya no desempeña un papel dominante, y la pérdida de peso es más bien el resultado de la constancia del paciente.

balon gastrico saciedad

Un tratamiento para superar el «fracaso»

Quienes buscan soluciones para una importante pérdida de peso tienen dificultades para superar «fracasos» anteriores vividos con otros métodos de adelgazamiento, sin mencionar el miedo que les produce comenzar otra lucha contra el exceso de volumen. La sensación de hambre, la necesidad de restringir ciertos alimentos que adoran y la frustración ante la falta de resultados visibles hasta ahora -en la báscula y el espejo- son desafíos comunes. Este desaliento repetitivo puede socavar su autoestima y generar escepticismo. En contrapartida, con el balón la perspectiva cambia: se encuentra una nueva esperanza, más real.

El efecto saciante del balón intragástrico es lo que hace que este tratamiento sea verdaderamente transformador. Con este dispositivo, los pacientes pueden disfrutar de una dieta variada, pero con una diferencia crucial: la moderación. Esta adaptación en la ingesta de alimentos desencadena una serie de cambios emocionales y físicos que son fundamentales para el éxito del tratamiento. No obstante, los profesionales que realizan el acompañamiento están atentos para corregir posibles desviaciones del plan y abordar rápidamente elementos negativos que puedan poner en peligro el cumplimiento del objetivo a largo plazo.

Mejora de la salud y de la confianza

En definitiva, durante el tiempo en que el balón está en su lugar, el estómago se adapta a una dieta saludable y a porciones adecuadas. Esto sienta las bases para un futuro en el que los pacientes pueden disfrutar de una alimentación consciente y equilibrada, con una confianza renovada de poder mantener el peso sin volver a comer compulsivamente.

Pero además de mejorar la apariencia estética y reducir los niveles de grasa, el tratamiento con el balón intragástrico presenta beneficios significativos para la salud. Se experimentan mejoras en los niveles de triglicéridos y un menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. En este sentido, el balón intragástrico no solo es un aliado para perder peso, sino también una vía para lograr un cuerpo más sano.


→ Lee aquí otros artículos sobre el balón gástrico

¿Balón gástrico ingerible o endoscópico? ¿Qué es mejor?

La preparación antes de un tratamiento con balón gástrico