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Reducción de pecho a partir de los 50 años

La reducción de mamas es una cirugía destinada a mujeres con pechos excesivamente grandes, que incluso causan molestias de movilidad en el día a día. No se trata, por tanto, solo de una intervención puramente estética en muchos casos, aunque sin duda la remodelación del pecho permite recobrar el atractivo femenino y que siente mejor la ropa.

En ocasiones, además, no solamente se trabaja la reducción, sino también la elevación, cuando los senos además de ser muy voluminosos están caídos. Cada paciente es única, y el especialista siempre debe emplear la técnica o técnicas más convenientes. Por ejemplo, si el busto también es asimétrico, se puede corregir igualando la forma y el tamaño de ambas mamas.

Aunque la edad de la paciente no es, en absoluto, un factor determinante, es cierto que, normalmente, se empiece a notar la necesidad de una reducción de pecho a partir de los 50 años. Hablamos de mujeres que ya han pasado por la etapa de la maternidad, o que simplemente deciden tratarse con esta cirugía, pero que, en cualquier caso, quieren recuperar la armonía en sus pechos.

¿Cómo se reduce el pecho? La cirugía

La reducción de pecho, a partir de los 50 años o a una edad más temprana, consiste en retirar el exceso de piel y grasa de las mamas. Incluso, puede ser necesario extraer una parte de tejido glandular, para que los resultados sean satisfactorios. El cirujano opera, además, para que los senos queden firmes. Y muchas veces también se reduce el tamaño de la areola, para lograr un equilibrio estético completo.

El efecto es el de un busto más proporcionado respecto a la constitución física de la mujer, que debe permanecer en quirófano únicamente dos o tres horas, que es lo que suele durar este tipo de intervención. La anestesia es general, lo que permite al experto trabajar con mayor tranquilidad y aplicar toda su pericia y experiencia sin sobresaltos.

La reducción de mamas es una cirugía destinada a mujeres con pechos excesivamente grandes

Problemas asociados a las mamas grandes

Tener unos pechos excesivamente grandes supone, para muchas mujeres, acabar sufriendo dolores de espalda y cervicales, y otras molestias como la irritación en la piel. Por ello, suele suceder que este perfil de paciente se informe sobre la reducción de pecho a partir de los 50 años, cuando ya este tipo de problemas asociados son difíciles de sobrellevar. Pero, una vez llevada a cabo la cirugía, se alivia tanto el peso como los inconvenientes que producía el exceso de volumen.

La pérdida de autoestima también suele ser muy notable en estos casos, problemática que también se solventa con la intervención. No hay duda de lo que puede representar para la autoestima femenina lucir un pecho bonito aunque vayan pasando los años. Los 50 ya no son como «los de antes»; las mujeres llegan a esa etapa de su vida con ganas de cuidarse y verse atractivas.

¿Y si tengo el pecho caído o asimétrico?

Como avanzábamos al inicio de este post, son muchos los casos donde también se requiere elevar los senos. En esas situaciones, se efectúa una reducción y una elevación de mamas. Para lograr ese fin se emplea la técnica de la mastopexia, mediante la cual se retira la piel que sobra de las mamas (y que las hace caer, a causa de la pérdida de elasticidad) y se ajusta la restante para obtener la elevación óptima. El resultado es un busto más erguido, que ya no tiende hacia abajo sino que se proyecta hacia adelante, un signo de juventud y sensualidad. Esto, sumado a la propia reducción de mamas, convierte esta operación en una remodelación completa, que también puede incluir una simetrización de los senos si estos son muy diferentes. No olvidemos que la flacidez de la piel se potencia con el peso de unas mamas excesivamente grandes, y la caída puede ser de distinto nivel en cada uno de los pechos.

Ventajas duraderas

Todos estos factores hacen que esta clase de cirugía está especialmente indicada para mujeres que quieren mejorar su calidad de vida, y no solo su aspecto. La reducción de pecho a partir de los 50 años es, por tanto, una opción que puede ser recomendable por sus beneficios a largo plazo.