Blefaroplastia: operación de párpados caídos y bolsas

La blefaroplastia, operación de párpados caídos y bolsas, se ha consolidado como una de las cirugías estéticas más demandadas junto al aumento de mamas y la cirugía de nariz. Con esta intervención se obtiene un rejuvenecimiento facial sin alterar los rasgos del rostro.

Esta operación corrige el exceso de piel en los párpados superiores y las bolsas en los párpados inferiores, al eliminar el tejido caído sobrante y la acumulación de grasa. El aspecto rejuvenecido y revitalizado que se logra es muy satisfactorio para los pacientes.

A continuación, detallamos los beneficios y ventajas prácticas de esta cirugía, como el proceso de recuperación, que es rápido y sencillo.

Rejuvenecimiento de la mirada: piel caída y bolsas

Mediante una blefaroplastia, operación de párpados caídos y bolsas, se mejora estéticamente la zona ocular, aunque es importante tener en cuenta que esta clase de operación no actúa sobre las patas de gallo, como algunas veces se piensa.  Las zonas que se trabajan son los párpados y/o las bolsas bajo los ojos.

Con el paso de los años, es común que la piel de esa área pierda elasticidad, lo que provoca que los párpados caigan (fenómeno, conocido como ptosis palpebral) y se acumulen bolsas de grasa en la parte inferior. En el caso de los párpados, el cirujano elimina el exceso de piel para que los párpados vuelvan a su estado original y no se vean caídos. Y en cuanto a las bolsas, el especialista retira o redistribuye la grasa que genera el abultamiento, lo que es sinónimo de una superficie más lisa, tersa y saludable.

Además, aunque esta cirugía no detiene el proceso natural de envejecimiento, los resultados son muy duraderos, por lo que los pacientes pueden disfrutar de sus efectos rejuvenecedores durante muchos años.

Cirugía sin ingreso hospitalario ni anestesia general

A diferencia de otras cirugías estéticas que pueden requerir hospitalización, la blefaroplastia, operación de párpados caídos y bolsas, se realiza de manera ambulatoria en la mayoría de los casos. Esto significa que el paciente puede ser dado de alta el mismo día de la intervención, para recuperarse en un ambiente más cómodo.

El procedimiento se debe llevar a cabo en una clínica acreditada bajo anestesia local y, habitualmente, sedación. Esta combinación asegura que el paciente no sienta dolor o molestia alguna. Y en lo que respecta al tiempo, la blefaroplastia suele completarse en aproximadamente dos horas, dependiendo de si se trata solo de los párpados superiores, las bolsas o ambas zonas.

¿En qué consiste la operación?

Durante la cirugía, el cirujano realiza incisiones minúsculas en las líneas naturales del párpado y/o extrae el exceso de grasa de las bolsas. Por ello, las cicatrices serán casi imperceptibles una vez que la piel haya cicatrizado por completo. El especialista se encarga, además, de tensar los tejidos, asegurando que la piel quede ajustada de manera natural y que el efecto estético sea 100% equilibrado.

Recuperación rápida y seguimiento médico

Otro de los aspectos que caracterizan a la blefaroplastia, operación de párpados caídos y bolsas, es la rapidez de la recuperación. Es natural que se experimente cierta inflamación y pequeños hematomas en los días siguientes a la operación. Sin embargo, estas molestias suelen ser leves y desaparecen en el transcurso de unas dos semanas.

En este punto, es importante destacar que la blefaroplastia no requiere un postoperatorio complicado ni la interrupción de las actividades diarias por mucho tiempo. De hecho, la mayoría de los pacientes pueden volver a sus rutinas habituales en una semana, siempre y cuando sigan las recomendaciones del cirujano y eviten esfuerzos físicos intensos.

El equipo médico, posteriormente, se encargará de realizar un seguimiento del paciente, comprobando que la recuperación avanza de manera adecuada y asegurándose de que no haya complicaciones.

Resultado natural, duradero y favorecedor

La blefaroplastia, operación de párpados caídos y bolsas, evita el aspecto de cansancio o envejecimiento prematuro. Y, al mismo tiempo, la apariencia general del rostro mejora notablemente, proporcionando una sensación de rejuvenecimiento general. Pero ni altera los rasgos faciales ni es una modificación de la anatomía; únicamente se corrige la afectación visible y el resultado es muy natural.

Los resultados de la blefaroplastia son permanentes, aunque no interrumpen el proceso natural de envejecimiento. Esto significa que, en el futuro, es posible que la piel de los párpados vuelva a perder un poco de elasticidad o que vayan apareciendo nuevas bolsas. Sin embargo, el resultado suele durar inalterable varias décadas, o con pequeños signos del paso de la edad.