El aumento de pecho híbrido: lo último en cirugía mamaria

Tradicionalmente, el aumento de mamas siempre se ha realizado con implantes mamarios. Pero los cirujanos cada vez aplican más la técnica híbrida, es decir, combinando la introducción de prótesis con la infiltración de grasa propia purificada de la paciente. La clave en este tipo de intervención es encontrar el equilibrio adecuado entre el tamaño del implante y la cantidad de grasa utilizada.

Además, la principal ventaja de este tipo de aumento de pecho es que permite al cirujano moldear mejor la forma del seno. Y, con ello, lograr un resultado natural a la vez que atractivo. La grasa que se introduce en las mamas es de la paciente operada, a quien previamente se le extrae la grasa de otra zona de su cuerpo (por ejemplo abdomen o muslos), para posteriormente purificarla.

¿Qué otras ventajas tiene la grasa en el pecho?

Al incorporar grasa propia purificada en la operación, el cirujano puede, como decíamos antes, mejorar la forma final del pecho. Pero, además, también le facilita corregir posibles asimetrías, “camuflar” más el implante y suavizar los contornos. Pero ahí no acaban los beneficios de transferir grasa al busto. La propia composición de la grasa purificada es otra ventaja, porque contiene un elevado número de células madre y se descartan las impurezas y los adipocitos -células grasas- que no son de buena calidad. Todo un proceso para conseguir el mejor material natural de relleno para complementar la función de la prótesis.

El proceso de injertarlo en las mamas (lipofilling) debe estar en manos de un cirujano experimentado en esta clase de aumento de pecho, ya que se trata de una labor muy minuciosa y que requiere de una gran pericia.

¿Cómo se prepara un aumento híbrido?

Como adelantábamos al comienzo de este artículo, el primer paso consiste en la extracción de grasa de la paciente mediante una liposucción. Esta acción tiene, por tanto, una doble utilidad, ya que la mujer podrá perder volumen en una zona donde le sobre -elegida en consenso con el especialista -a la vez que modificar el tamaño de sus mamas. Tras ello, la grasa autóloga pasa por un proceso de centrifugación donde los compuestos de la grasa se filtran para purificarlos.

En cuanto a la elección del implante, este habitualmente tendrá un tamaño más moderado, algo más pequeño, que si la cirugía solo se llevara a cabo con prótesis. Especialmente si la cantidad se grasa a transferir es suficiente. Por el contrario, cuando se dispone de poco tejido graso, debe escogerse un implante ligeramente más grande.

“Quiero un escote discreto”

Esta técnica combinada es relativamente novedosa, pero desde hace más de una década los cirujanos han utilizado únicamente la grasa (sin acompañarla de prótesis) para aumentos de mama discretos. No obstante, si se elige la suma de implante más grasa propia, también los resultados finales se pueden suavizar para lograr un escote que no llame demasiado la atención. Porque el relleno se puede introducir en la parte superior del seno para que no quede tan marcada la forma de la prótesis. De este modo, se suaviza la apariencia y se obtiene un escote más discreto. De nuevo, aquí los resultados naturales son la clave.

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