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Cómo quitar las patas de gallo con neuromoduladores

Los neuromoduladores, un término que cada vez se está usando más por la normativa que regula la información sobre medicamentos, son proteínas que bloquean temporalmente las señales nerviosas. Se utiliza como sinónimo de una conocida toxina que corrige las arrugas de expresión, como por ejemplo las patas de gallo.

Pero tratamiento de neuromodulación también puede aplicarse en otras zonas del tercio superior del rostro, como las arrugas del entrecejo y las de la frente. El funcionamiento de los neuromodeladores es diferente al de los rellenos -ácido hialurónico y otros-. ¡Te lo explicamos en este artículo!

Pero, sobre todo, vamos a hablar sobre qué son las patas de gallo y cómo se pueden tratar con neuromodelación, el único tratamiento apropiado para patas de gallo, aunque se puede combinar con otros.

Qué son las patas de gallo

Las patas de gallo son unas arrugas de expresión (de movimiento) que se crean en los extremos exteriores de los ojos. Estas finas arrugas aparecen por la actividad muscular en ese punto del rostros. En concreto, por la acción del músculo llamado orbicularis oculi, que rodea el ojo. Gracias al orbicularis oculi podemos cerrar o entornar los párpados. Pero al cubrir esta necesidad, se produce una consecuencia no deseada que se potencia con el paso del tiempo: las patas de gallo.

Estas arrugas, patas de gallo, nacen «ayudadas» también por el hecho de que la zona ocular es una de las áreas con menos colágeno y elastina. Eso unido a factores externos como la polución, el tabaco o la exposición solar, provoca que las patas de gallo sean muy visibles. Pero, ¿cómo quitar las patas de gallo? Te lo explicamos en el siguiente apartado.

Cómo quitar las patas de gallo

El tratamiento que se debe emplear para eliminar las patas de gallo es la neuromodulación, es decir, infiltrando bajo la piel una sustancia que detenga el movimiento del músculo. Veamos cómo funciona este método.

Para que los músculos de nuestro cuerpo se puedan contraer, las células nerviosas tienen que «ordenárselo» a la musculatura. La vía de transmisión de dicho mensaje es un neurotransmisor -la acetilcolina-. Esa acetilcolina sale de la célula directamente al músculo para «decirle» que se mueva. Pero eso no sucede si se utiliza la técnica de la neuromodulación. Porque cuando el neuromodulador llega a las células nerviosas (a través de pequeñas inyecciones), actúa impidiendo que se libere la acetilcolina.

De este modo, el músculo no obedece órdenes de nadie y no se contrae, sino que se paraliza. Y lo hace durante unos seis meses con la aplicación de un neuromodulador, de ahí que los efectos tengan esa duración mínima. Además, cuando a un paciente ha repetido varias veces este tratamiento para quitar las patas de gallo, la musculatura responsable de esas arrugas junto a los ojos se va debilitando.

Por tanto, has de pedirle a tu médico estético un tratamiento de neuromodelación inyectable, para patas de gallo en tu caso.

tratamiento patas de gallo

Arrugas: patas de gallo y otras

Los neuromoduladores no solo están indicados para eliminar las patas de gallo, sino que, como también mencionábamos en la introducción, es la solución para las arrugas del entrecejo y de la frente. El especialista evaluará tus características faciales y podrá recomendarte este tratamiento para diversas zonas. Pero recuerda que siempre deben ser arrugas dinámicas, no estáticas, es decir, que se producen sobre todo al gesticular.

Si tu problemática es otra, como por ejemplo tener muy marcada la arruga de la sonrisa, no necesitas un tratamiento neuromodulador, sino un relleno facial con ácido hialurónico. Dicho tipo de infiltración es muy diferente, ya que su mecanismo no es la paralización de olos músculos sino el «rellenar» literalmente el surco producido por la arruga.

¿Otros tratamientos para patas de gallo?

Pese a que el tratamiento principal debe ser un neuromodulador, el experto puede recomendarte alguna otra opción extra. Una de ellas puede ser añadir grasa purificada (lipoestructura) si la zona donde inyectar la sustancia paralizadora lo necesita y, con ello, se pueden mejorar los resultados.

Por el contrario, existen otras técnicas que tratan la región ocular pero no eliminan las patas de gallo. Hablamos de la blefaroplastia, recomemdada para párpados caídos con piel colgante y bolsas muy pronunciadas, pero no para mejorar las arrugas de las patas de gallo en sí.